Paisaje abstracto construido por medio de la repetición de un mismo gesto bordado con ‘crochet de Lunéville’.
El cambio de distancia entre materiales cambia la percepción del mismo, una mancha negra, que puede ser menos o más nítida. Después de estudiar la materia negra mínima bordada perfecta (en Paysage 1.0), dentro de la técnica vermicelle con la aguja crochet de Lunéville, el ojo captura detalles hasta ahora inconscientes: cómo la imperfección del gesto, el cambio de memoria del propio movimiento de la mano a lo largo de una gran lienzo, hace que se creen paisajes nuevos, paisajes que parecen pintados por medio de veladuras pictóricas. Un mismo gesto repetido que se deforma en el camino de un largo proceso (más de 280h. de trabajo) y que ello no hace que otorgue a la obra más sentido.
Cada vez el hecho de bordar al revés, a ciegas, queda más palpable en el proceso. Y la inmersión en campos más interiores, la concentración, la tensión del cuerpo al trabajar con un gran formato.
Una obra comprendida desde la materia y el proceso.
195x130 cm
Técnica._ Bordado a mano sobre organza de seda con la técnica point de vermicelle. Bordado en bastidor, por el reverso, con aguja 'crochet de Lunéville’.
Materiales._ 191.760 perlas, 4.300 metros de hilo de algodón.
Soporte._ organza de seda.
Tiempo._ 280 horas.
